Hace más de un año que no dejamos de escuchar la palabra inflación en España. Y es que, aunque no somos el único país que está pasando por este fenómeno, sí que somos uno de los más afectados. Para entender por qué ocurre esto y cómo está afectando a la economía de personas y empresas, debemos conocer en detalle qué es la inflación y de dónde viene.
La inflación es un concepto económico-financiero que hace referencia a un aumento sostenido y generalizado de los precios durante un cierto periodo de tiempo. Su principal consecuencia, y por supuesto la más grave, es que el poder adquisitivo de la unidad monetaria en cuestión va perdiendo valor. Esto se traduce en un aumento del precio de los bienes y servicios. Es decir, con el mismo dinero, se puede comprar menos.
Esta puede darse por diferentes causas. Pero, en general, suelen ser tres los detonantes. En primer lugar, cuando la demanda es mayor que la oferta. En segundo lugar, cuando los costes de producción aumentan y el precio final de los bienes y servicios se incrementa. Y, por último, cuando se pronostica un incremento en los precios y las empresas se anticipan aumentando estos.
En 2022, la inflación en España alcanzó su mayor nivel desde hace 30 años. En este caso, el precio de la energía, concretamente del gas con el estallido del conflicto entre Ucrania y Rusia, ha sido el detonante. Pero, cuando esto ocurrió, la tasa inflación ya superaba el 7%. Y es que, a esto, le tenemos que sumar también otros factores anteriores como las compras de emergencia frente a la pandemia por COVID-19, la política de tipos de interés negativos, los costes impuestos para acelerar la transición energética, la subida de precio de los derechos de emisión de CO2 o la subida del salario mínimo interprofesional.
Aunque, como hemos explicado, los precios energéticos han sido la principal causa de esta crisis económica en España, también están siendo los protagonistas de la desescalada. Según datos del INE, en diciembre de 2022 se alcanzó una inflación del 5,8%, la cifra más baja del año. Sin embargo, la inflación subyacente continúa subiendo. Este tipo de inflación hace referencia a la variación en los viene y servicios del IPC, excluyendo bienes energéticos y sin elaborar.
¿Cómo afecta la inflación a las empresas?
Es un hecho. Cuando la inflación alcanza datos como los obtenidos este año en nuestro país, los negocios se ven afectados negativamente, sobre todo las pequeñas y medianas empresas. No solo se genera una mayor competitividad para captar clientes, sino que, además, la subida de precios disminuye el consumo de la población. A esto hay que añadirle que el aumento de costes – como el encarecimiento de la luz – da lugar a una reducción en los márgenes de beneficio de las empresas. Entonces, ¿qué pueden hacer las pymes y los autónomos para hacer frente a esta situación?
En primer lugar, se debe analizar realmente el impacto que tiene la inflación en cada negocio, ya que no afecta por igual a todos los sectores. Realizar este análisis no es sencillo, pero es primordial. Por lo que, en esta ocasión, un asesor financiero puede convertirse en un gran aliado. Además, si este pone a disposición de la empresas un software financiero como el que ofrece Ventium Asesores, se tiene una visión más global de toda la situación que permite tomar decisiones en base a datos reales. Algo importante en momentos como el actual. Asimismo, si se cuenta con un experto financiero, este también ayudará a rediseñar la estrategia de fijación de precios en caso de que fuera necesario.
Sin embargo, aunque todo lo mencionando antes es realmente importante para cualquier negocio que quiera salir adelante, hay algo que está por encima: la importancia de llevar un control financiero adecuado. Este no solo permite evaluar la situación económica de cada empresa, sino que también sirve para comprobar que todo funciona según las líneas establecidas y, en caso contrario, avisa de la necesidad de implementación de acciones correctoras.